Critica a la imagen de Bolivar en el siglo XXI
Simón Bolívar: Una mirada crítica desde las ideologías actuales
Por: Oscar Márquez
*Revista Historias Cercanas*
Febrero de 2025
El pensamiento político de Simón Bolívar se alinea más con la derecha y con el capitalismo específicamente con el liberalismo democrático. Junto a otros líderes de su época, Bolívar encabezó lo que podría denominarse una *revolución burguesa* en la América de habla hispana, en contraste con las revoluciones socialistas o comunistas que surgirían un siglo después. Este proceso marcó la transición del feudalismo (España en el siglo XVIII y XIX era una monarquía absolutista enmarcada en un capitalismo incipiente donde las relaciones económicas eran básicamente feudales) hacia un sistema republicano burgués y capitalista.
Resulta paradójico, e incluso ilógico, que la figura de Bolívar sea hoy venerada por sectores de izquierda que se autodenominan socialistas. En mi educación desde mi infancia, hace aproximadamente 50 años (1974) aprendí que Bolívar era un héroe, pero un héroe de derechas, lo cual me parece coherente con su legado histórico. Fue un hombre de su época: un hacendado adinerado, con ascendencia europea y africana, y con vínculos con la nobleza. Dueño de vastas extensiones de tierra en lo que hoy es Venezuela, lideró la independencia de varias naciones americanas no con el fin de generar igualdad social o garantizar mayores libertades, sino para consolidar el poder económico y político de su clase alta dominante, en la transición de una clase noble hacia una oligarquía parásita de un capitalismo en regiones menos desarrolladas, que sirven para suministrar de materiales primarios a las metrópolis de las regiones más desarrolladas.
En este sentido, Bolívar no "liberó" cinco repúblicas, sino que se las *vendió* a Inglaterra. Su lucha independentista no buscaba emancipar a los pueblos oprimidos de la América hispana, sino transferir el control de sus territorios de una potencia colonial, España, a otra, Inglaterra, que para entonces emergía como el nuevo imperio dominante. Bolívar se convirtió así en una figura ambivalente: un traidor para España y, al mismo tiempo, el primer dictador y títere de los intereses británicos en la región.
Esta interpretación de Bolívar de hace 50 años se ha cambiado en el contexto actual, especialmente para quienes se autoproclaman seguidores del llamado *socialismo del siglo XXI*. Para ellos, Bolívar es un referente ideológico y un símbolo de orgullo, al punto de identificarse como "bolivarianos". Sin embargo, esta admiración contrasta con la realidad histórica: Bolívar quien vivió en el siglos XVIII Y XIX no fue un defensor de las clases menos favorecidas, ni un abolicionista comprometido; aunque, utilizó la promesa de libertad para los esclavos como estrategia de reclutamiento durante la guerra, una vez alcanzada la independencia, no impulsó la abolición de la esclavitud. Además, su proyecto de unión americana, aunque idealizado, no logró materializarse en beneficio de las mayorías; adicionalmente la unidad americana con la que Bolivar soñó era una dónde él se convertiría en el monarca, de toda la América de habla hispana.
Hace cincuenta años, en países como Colombia, la imagen de Bolívar era muy distinta. Se le consideraba un héroe patrio, un libertador que había salvado a América del "malvado imperio español". Sin embargo, esta narrativa omite que: Aunque Bolívar logró la independencia de España, no liberó a las naciones americanas de la dominación extranjera, sino que las sometió a los intereses de otra potencia europea: El reino Inglés, Desde una perspectiva de derecha actual, su legado puede parecer congruente, pero para el pueblo llano, sus acciones no representaron un avance significativo en términos de justicia social o igualdad.
Hoy, para las élites que detentan el poder, Bolívar podría decirse fue una persona favorable a sus intereses. Estas élites, al igual que en su época, se benefician de su condición de vasallos de un imperio, en este caso, el estadounidense. Los privilegios y el poder local que disfrutan son, en gran medida, herencia de un sistema que Bolívar ayudó a consolidar.
En conclusión, la figura de Simón Bolívar debe ser analizada con una mirada crítica, despojada de mitos y romanticismos. Su legado, aunque fundamental para la independencia de América, no puede ser simplificado ni idealizado. Bolívar fue, ante todo, un hombre de su tiempo, cuyas acciones respondieron a los intereses de su clase y a las dinámicas geopolíticas de su época. Reconocer esto no disminuye su importancia histórica, pero sí nos permite entender su figura desde una perspectiva más objetiva.
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