Reflexiones sobre la Pandemia de COVID-19: Una Mirada Crítica, además muy Personal
En este artículo, comparto una reflexión personal sobre la pandemia de COVID-19, abordando su impacto en la sociedad y mi experiencia desde una perspectiva crítica y subjetiva. Analizo cómo las medidas adoptadas durante este periodo afectaron la salud mental, la economía global, y la percepción pública, planteando preguntas sobre las narrativas predominantes y las posibles intenciones detrás de la crisis sanitaria.
Los que hoy (siglo XXI de la era cristiana) habitamos el planeta Tierra sobrevivimos a una crisis de salud que afectó casi todos los aspectos de la sociedad y que fue denominada pandemia. En mi opinión, no fue muy claro lo que realmente sucedió ni el porqué. Se me dijo, y parece que es lo que uno debe creer, que fue una situación de origen natural, y que para protegernos tuvimos que someternos a estrictos controles de movilidad. Esta situación implicó estar mucho tiempo encerrados, evitando al máximo el contacto con otras personas, estando constantemente en un estado de miedo porque creíamos que era muy probable que nos íbamos a morir a causa de esta enfermedad si nos contagiábamos.
Springfield Estados Unidos, Abril 2020
En casi todas las calles no se ven personas, nadie sale a excepción de los fumigadores que esparcen hacia todos lados fuertes sustancias que instantáneamente matan a cuánto diminuto ser se encuentra en el aire, llámese bacteria, hongo, virus u organismo microscópico que tenga vida, o algo similar a lo que se llama vida.
Sin embargo, el virus, se encuentra por todos lados, básicamente dentro del cuerpo de los infectados que ya son millones y está haciendo el trabajo de matar gente, diezmando la población de la superpotencia, sin que el sistema médico más avanzado del mundo pueda hacer mayor cosa
Vivir en esta situación de estrés constante no fue favorable para la mayoría de las personas, ya que debido a la pandemia estuvimos encerrados. En mi caso, pienso que fue una experiencia bastante traumática.
Que un virus cause enfermedad y muerte es algo comprobado científicamente, que sea muy contagioso también; sin embargo, considero que lo que nos ocurrió en esta pandemia podría ser parte de un plan macabro de un grupo secreto de personas que tienen el control mundial. Es tan secreto que no se sabe quiénes son, ni se tienen mayores indicios al respecto porque, de lo contrario, no sería secreto. Además, para mí fue muy claro que existió durante el periodo de esta pandemia una gran manipulación de la información. Opino que el objetivo principal de esta situación sanitaria fue mayoritariamente limitar la movilidad, mantener a la gente aterrorizada y por esta situación, encerrada, logrando así dañar la economía de regiones enteras. Esta situación económica afectó principalmente a pequeñas y medianas empresas, mientras que algunos grandes conglomerados económicos obtuvieron beneficios. Lo que se hizo con esta situación de pandemia y de detención de muchas de las actividades económicas, debido a las medidas de restricciones de la movilidad fue desinflar una burbuja que existía a nivel mundial, provocando una renovación financiera que sacó a flote principalmente a las empresas que colaboran y sostienen las formas de poder mundial actualmente, pero que a la vez hundió a una gran cantidad de empresas y personas que no forman parte de los principales conglomerados económicos, que pagaron los platos rotos de esta situación, mejor dicho, se logró salvar la economía mundial actual que beneficia en mayor medida a un pequeño porcentaje de los humanos, a cambio de hundir la economía y la salud de la mayoría de las personas que habitábamos en el planeta para esa época y realmente no es mucho lo que los afectados pudimos hacer al respecto.
Espero que en este momento (julio de 2024) el planeta esté en el final de esta llamada pandemia. Las pandemias, o lo que antes se denominaban como "pestes", son fenómenos naturales que se repiten constantemente en la historia de la humanidad. A mi parecer, cada epidemia que sucede a medida que avanzan los años es cada vez menos catastrófica que la anterior. Sin embargo, esta última, la denominada gripe de finales del 2019, me ha tocado vivirla en vivo y en directo, y así ha sido para la mayoría de los humanos que estamos vivos en el año 2024 del siglo XXI de la era cristiana.
Esta peste del COVID-19 fue manipulada, exacerbada, sobredimensionada, exagerada, etc. Sus consecuencias en la pérdida proporcional de vidas humanas han sido mucho menores que otras anteriores, siendo esto previsible desde el comienzo de la pandemia. Sin embargo, debido a intereses no muy loables de algunas personas, mediante los medios de comunicación modernos como las redes sociales, la mostraron como la más grande y peligrosa, calando un mensaje aterrador en nuestro inconsciente y haciéndonos vivir unos días terribles como nunca antes nos había tocado vivir.
A mi parecer, lo real es que la humanidad hace ya cierto tiempo ha podido evitar tantas pandemias y, cuando inevitablemente se presenta una, el manejo que se le da ha logrado que los daños no sean tan catastróficos. Si a muchos les ha parecido que esta iba a ser el fin del mundo, el apocalipsis, la gran crisis de salud de la humanidad, realmente esta puede ser considerada un mal menor si se compara con otras, digamos la peste negra. No puedo negar que la pandemia sobre la que estoy hablando fue causada por un virus real y contagioso que provocó enfermedad y pérdida de millones de vidas a nivel mundial.
Los conocimientos científicos actuales han demostrado claramente los mecanismos de transmisión de las enfermedades contagiosas que pueden causar los virus. También pueden detectar con una gran aproximación la presencia de los virus en las personas y las vacunas pueden mitigar los daños que provocan al enfermar las personas. Además, se está muy cerca de conocer tratamientos que puedan evitar complicaciones o la muerte de las personas infectadas con el virus del COVID-19. Esto no se conocía en la antigüedad, cuando las personas morían en cantidades tal vez menores en cifras totales, pero mucho más grandes en términos porcentuales, sin saber ni cómo ni cuándo se contagiaban. No se tenían tratamientos efectivos, no se conocían protocolos para evitar tanto contagio, ni se tenía la posibilidad de producir una vacuna para evitar que, una vez contagiada la persona, los daños fueran menores y controlables. Pienso que, en esta oportunidad, fue más el miedo el que causó muchos más daños que los causados por quienes sufrieron por la enfermedad. No se puede negar que mató a mucha gente, millones dentro de los ocho mil millones de humanos, pero porcentualmente el daño, hasta el momento, ha sido relativamente bajo.
Soy un sobreviviente de esta pandemia, como lo somos la mayoría de las personas que seguimos con vida en este momento. Todo ha de continuar; lo pasado no tiene vuelta atrás.
Para terminar, aclaro de nuevo que este artículo representa una reflexión personal y bastante subjetiva sobre la pandemia de COVID-19, basada en mi experiencia y percepción individual. Invito a los lectores a considerar diversas perspectivas y a continuar informándose a partir de diferentes tipos de fuentes.
Para terminar presento un resumen de las conclusiones que a mi parecer tuvo esta pandemia:
Impacto Emocional y Psicológico: La pandemia tuvo un profundo efecto en la salud mental de muchas personas, la experiencia del encierro y el miedo constante generó estrés y ansiedad en gran parte de la población.
Manipulación de la Información: La narrativa mediática durante la pandemia puede haber contribuido a aumentar el pánico. Es crucial cuestionar las fuentes de información y buscar perspectivas equilibradas para comprender la magnitud real de los eventos.
Desigualdad Económica: La crisis económica derivada de la pandemia afectó desproporcionadamente a pequeñas y medianas empresas, mientras que algunos grandes conglomerados salieron beneficiados. Esta situación evidencia la necesidad de un sistema económico más justo y equitativo.
Avances Científicos: A pesar del impacto negativo, la pandemia también resaltó la importancia de los avances científicos en la lucha contra enfermedades contagiosas. Las vacunas y los tratamientos han demostrado ser herramientas esenciales para mitigar los efectos de futuros brotes.
Reflexión y Aprendizaje: La pandemia de COVID-19 debe servir como una lección para la humanidad. Es fundamental aprender de esta experiencia para estar mejor preparados ante futuras crisis sanitarias y construir un mundo más resiliente.

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